La hija de Inuyasha Capítulo 2: Eres mía

-Kikyo- comenzó a decir- yo no puedo amarte más. Kagome se ha abierto para mí, y ha cautivado mi corazón; Es cierto, todavía te amo pero nunca podremos estar juntos de nuevo
Kikyo dio un paso atrás con incredulidad y le preguntó con cautela
-¿Qué es esto? Tu eliges a mi reencarnación sobre mí?
Sus colectores de alma se acercaron a ella y se enroscaron alrededor de su cuerpo, levantandola en el aire; Inuyasha la miró con una sola lágrima por su mejilla mientras susurraba
-Adiós Kikyo
Kagome se secó las lágrimas con la manga y se quedó quieta, sin saber qué hacer. Mientras ella pensaba, oyó hablar a Inuyasha
-Puedes salir ahora Kagome
Kagome tragó un bulto grande en la garganta, luego se levantó lentamente y fue a verlo.En el camino pensó con horror “Él sabía que yo estaba ahí todo el tiempo”
Se acercó a él y él la miró fijamente durante unos momentos
-Yo no tenía la intención de escuchar tu conversación!- empezó a explicar Kagome- Acabo de llegar en busca de ti y yo...

Kagome fue interrumpida al sentir los labios de Inuyasha sobre los suyos, ella se sonrojó y se sintió intensamente feliz, cierra los ojos lentamente mientras comienza a corresponder el beso

Ella deslizó sus manos hasta los hombros y se rompió el beso para respirar, susurró su nombre y apoyó la cabeza sobre su pecho, mientras que cerraba los ojos una vez más. Inuyasha puso las manos en su espalda, la abrazó y le susurro muy cerca a su oído
-Lo siento si alguna vez te hice sufrir, Kagome
Ella solo sonrió y le susurró:
-Inuyasha ... Te amo
Él sonrió y la abrazó mientras más cerca le susurro
-Te amo demasiado, Kagome

Luego ese beso se convirtió en un beso, en que cada vez se apasionaba mas hasta que ambos se entregaron en cuerpo y alma, demostrándose lo mucho que se amaban
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Miroku se dirigió a la pequeña choza abandonada en busca de Inuyasha y Kagome.
-Inuyasha? Kagome?- Llamó al tiempo que abre la puerta.

Sus ojos se agrandaron al ver a Inuyasha y a su lado Kagome con sólo una manta que los cubrían.

Miroku sorprendido quedo congelado, Kagome y el hanyou al abrir sus ojos y ver a su amigo monje en el umbral, sintieron que la sangre se le subía a sus mejillas, rojas de vergüenza

Kagome cogió la manta y tiró de ella hasta sus mejillas para cubrir su cuerpo; no pudo evitar que un grito estridente de vergüenza escapara de sus labios.
-Miroku, SAL!- gritaron los dos

Como Miroku se quedó igual por su sorpresa, fue golpeado con numerosos objetos que la pareja tiró para sacarlo lejos de la cabaña.

Kagome se desplomó en el suelo, así como Inuyasha, murmuraba que tenía un terrible dolor de cabeza ahora que Miroku había visto.
Miroku luchó para levantarse del suelo después de ser golpeado con tantas cosas e hizo su camino de regreso a la cabaña de la Anciana Kaede; llegó y agarró a Sango quien tenía en sus brazos a su bebe de dos meses, llevándola adentro de la cabaña
-¡Qué pasa, Miroku?! -preguntó con molestia mientras sostenía a su bebé cerca de ella. Hubo un breve silencio, Miroku miraba a Sango muy serio hasta que empezó a reír histéricamente; Sango arqueó una ceja y le preguntó por qué se reía tanto y Miroku le explicó.

Hubo otro breve silencio después de que él explicó, a continuación, ambos se echaron a reír sin control; Sango no podía dejar de seguir a reírse de la imagen de Miroku caminando sobre los dos en tal estado.

Mientras tanto, Inuyasha y Kagome aún se encontraban dentro de la choza abandonada comenzando a vestirse
-¿Qué vamos a hacer ahora?- preguntó Kagome a Inuyasha, quien se amarraba su cinturón
-¿Cómo diablos ese estúpido monje tenía que venir!
-Está bien , no vamos a caminar a la cabaña juntos; vamos a hacer que parezca mmm... ay, no lo sé!- dijo Kagome avergonzada
-A quién le importa! Vamos a ir allí como si nada ... además, no tienen que saber todos los detalles-
Kagome lo admiraba con asombro, levantó la punta de los dedos hasta el cuello y pudo sentir una marca de mordedura hinchada.
-Me olvidé de preguntarte Inuyasha, ¿qué significa esto?. Preguntó enseñándole, a lo cual el hanyou se sonrojo y respondió
-Significa que eres mi compañera de vida ... te he marcado como mía...

Continuará...