La hija de Inuyasha Capítulo 7: Hay que salvar a Inuyasha

Kagome se encontró en el pozo , pero de la época antigua; ella subió por las escalera que colgaba con cuidado de no despertar a Izayoi e Shippo salto hacia afuera, mirando alrededor que tanto había cambiado desde que se había ido. Izayoi se despertó y miro a los alrededores el lugar en donde se encontraba, bostezó y volvió a echar un vistazo a los muchos árboles y montañas que había.
La pequeña hanyou no pudo evitar sentir un poco de miedo de la zona al principio, pero luego se acostumbró cuando su madre comenzó a caminar hacia el bosque con ella en su espalda y Shippo al lado de su madre.
Izayoi con sus pequeños dedos regordetes jaló la camisa de su madre, indicándole que quería bajar, pero Kagome no estaba de acuerdo; Izayoi enojada hizo berrinche y empezó a gritar hasta que Kagome suspiró y bajo a la pequeña (Izayoi era testaruda al igual que su padre, jajajaj)
-Por que estamos aquí, mami?- pregunto la pequeña mirando a su madre.
Kagome miro los ojos de su hija y le respondió sonriendo:
-Vamos a buscar a tu papi- le dijo y vio en Izayoi una pequeña sonrisa triste formarse en sus labios; Kagome encontró bastante peculiar que una niña de 3 años tuviera esos recuerdos de su padre, pero nunca lo dudó.
Kagome bajo la cabeza con tristeza, todo fue un silencio; Izayoi miro hacia arriba las nubes y dominada por la curiosidad se lanzó al aire en dirección al bosque. Kagome e Shippo se sorprendieron mucho al ver a su hija dispararse a correr en dirección al bosque, ya que nunca lo había hecho en la otra época.
-No sabia que podía hacerlo como Inuyasha- se burlo Shippo, a lo cual Kagome lo agarro de la mano y salio corriendo por donde se fue su hija
-Tenemos que ir tras ella!- gritó Kagome finalmente cuando dejo la mano de Shippo para que pudiera correr por si solo; el kitsune se transformo en un caballo (como en la serie pero mas grande) y Kagome se subió en el; a lo cual salio a rápido galope para alcanzar a Izayoi quien seguía avanzando de árbol en árbol. Kagome se rió del poder que tenia su hija en ese instante, pero decidió bajar de Shippo al divisar un pueblo.
Kagome vio a lo lejos a su hija que descendió en la entrada del pueblo  y corrió hacia una cabaña que estaba en medio del pueblo; Kagome bajo de Shippo y ambos corrieron tras la pequeña quien seguía en dirección a la cabaña, que resultaba muy familiar para la miko.
-Izayoi!- gritó Kagome para que su hija se detuviera, quien se detuvo frente a la cabaña en donde se encontraba una anciana.
-Hola, soy Izayoi, quien eres tu?- oyó decir su hija a la anciana; su hija siempre tan feliz era muy exploradora y siempre en busca de aventuras, incluso si significaba meterse en problemas.
Kagome vio como la anciana se volteo y la vio con una sonrisa muy contenta
-"Anciana Kaede"- pensó Kagome mientras se dirigía a ella, quien empezaba a caminar lentamente a la reencarnación de su hermana.
Kagome se agachó para alcanzar el nivel de la anciana y se dieron un abrazo amistoso; después la Anciana Kaede rompió el abrazo y pregunto sorprendida:
-Kagome, que estas haciendo en esta época?
-He venido a encontrar a Inuyasha- respondió con seguridad Kagome.
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Izayoi estaba sentada, y Shippo en una pequeña cima con un ojo atento a ella, Kagome sabia lo traviesa que era y que saldría disparada al aire tan pronto Shippo parpadeara. Shippo tenia una bellota en la mano, que se le cayo y se arrastró por el suelo para buscarla, mientras el buscaba su bellota; Izayoi se dio cuenta de la cola rojiza de Shippo que se veía.

Ella sonrió juguetona y le dio un pequeño tirón haciéndolo saltar por los aires por el dolor que le provoco. Izayoi juntó las manos y rio un momento por la expresión de su hermano; mientras Shippo se acariciaba la cola, Izayoi aprovecho su distracción para salir disparada al aire. Pero no llegó muy lejos antes de que ella fuera arrastrada hacia abajo por dos suaves, sin embargo, fuertes manos que le dio a entender que era su madre.
-De ninguna manera Izayoi, no estamos en momento de tener otro accidente como ese- advirtió Kagome mientras Izayoi se reía mostrando sus grandes ojos dorados brillantes de  inocencia, lo cual Kagome no pudo evitar poner una sonrisa al acto de inocencia de su pequeña hija. 
Kagome entró en la cabaña de la Anciana Kaede junto con su hija y la colocó en el lugar alrededor del fuego, más alejado de la puerta para que su cachorra travieso no trate de hacer una audaz fuga al exterior, Shippou llegó también, y se sentó al lado de Izayoi, a quien le dio una mirada de muerte a la pequeña a medida que alejaba su cola fuera de las manos. Ella sonrió tiernamente, agarró el chupete a su madre le había ofrecido y lo metió en su pequeña boca, comenzandolo a chupar.
La Anciana Kaede se rió en voz baja a lo cual la pequeña la miro con ojos ávidos.
-Veo que ella es como su padre- murmuró la anciana sacerdotisa seguido por Kagome asintiendo con la cabeza y tirando hacia atrás a Izayoi que desesperadamente trataba de arrastrarse hacia la puerta
-Si, es muy traviesa y esta noche no puedo entender por qué- preguntó Kagome a la Señora Kaede buscando una respuesta de ella, a lo cual ella sonrió y respondió:
-Tal vez esta así porque está emocionada de que esta realmente su casa ... ella pertenece a este período de tiempo.
Kagome sonrió y estuvo de acuerdo con la anciana, mientras  ella puso a su hija hacia abajo sobre la colchoneta para dormir. En un primer momento, Izayoi luchó y trató de incorporarse, pero pronto se quedó dormida fascinada por el resplandor del fuego nebuloso, que la calmo.
-¿Qué pasó con Miroku,Sango y su hijo y niño por nacer, una vez que me fui?- preguntó Kagome
-Ellos regresaron a la aldea de Sango para repararla. Su paradero actual es desconocido ... probablemente se han establecido en algún lugar cerca de la aldea Taijiya.
   Kagome miró hacia abajo el fuego con una sonrisa, se alegró de que todo había salido bien para la pareja. La conversación entre Kagome y la Anciana Kaede pasó sólo por un poco más de tiempo hasta que decidieron que no querían despertar a Izayoi y Shippo, quien acababa de caer dormido a su lado, pon su conversación. Al verlos dormir decidieron hacer lo mismo, por lo que apagaron el fuego...
  Hasta altas horas de la noche, ya que la oscuridad  finalmente llegó a su máximo, Izayoi despertó. Su audición aguda se animó a un pequeño ruido fuera de la choza. Ella se levantó y saltó sobre su madre, sin hacer ni pío y se precipitó afuera en busca del ruido.
   El canto de los pájaros en los árboles fuera de la choza actuó como consecuencia llamar la atención de Kagome, ella abrió los ojos a los rayos sutiles de luz del sol con brilló que entraba a traves de las rendijas  de la puerta colgante que se enfrentó. Se incorporó y estiró sus brazos mientras que dejaba un bostezo bastante grande.
Uno de los temores de una madre, es despertar y encontrar a su hija desaparecido. Miró a su alrededor frenéticamente, pero como no la encontró dijo el nombre de su hija a través de gritos estridentes. Shippou se disparó con los ojos bien abiertos por el grito agudo que Kagome había dejado fuera. Después de su grito se establecieron con los ojos cerrados Shippou, se frotó los ojos mientras la Anciana Kaede lentamente se incorporaba y le preguntó a Kagome que andaba mal. Kagome explicó rápidamente, mientras que se levantó y se puso sus zapatos, a lo cual los otros dos se levantaron rápidamente ycomo pudo el trío hizo su camino hacia la puerta.
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Registraron todo el pueblo al principio, pero al no encontrar a la niña en ninguna parte, Kagome de inmediato echó a correr hacia el bosque. Con su depresión anhelo de su compañero Inuyasha y ahora esto, Kagome no podía soportar la presión emocional. Sus rodillas cedieron y se puso a llorar en sus manos. Shippou se acercó y consoló a la madre mientras la anciana dijo:
-Creo que veo algo en el arroyo- gritó con voz áspera del envejecimiento de la pareja. Kagome miró ansiosamente entonces comenzó a correr hacia el objeto, tanto en el miedo y la curiosidad. Poco a poco se abrió paso a ver que en verdad era su hija, que estaba agachada hablando con algo que parecia un bicho. Volvió la cabeza hacia su madre y sonrió mientras la saludaba
-Hola, mamá!
 El bicho saltó sobre el hombro de Kagome y comenzó a hablar con la sacerdotisa. Pero ella con su primer instinto arrojó la pulga fuera y agarró a su hija llevándosela lejos al tiempo que gritaba
-Escápa Izayoi!
Pronto vienen a sus sentidos, se dio cuenta de que era Myoga.
-Lo siento Mioga, no te reconocí- dijo Kagome tomando a la pulga aplastada en su palma y lloró sus disculpas.
-No hay tiempo para excusas, Kagome, tenemos que salvar al amo Inuyasha!
Kagome sintió escalofríos correr por su cuerpo cuando se enteró de que InuYasha estaba en peligro.

Continuará.....

Hola a tod@s n_n
lamento mucho mucho la demora, pero ya saben por que tarde, afortunadamente mi amiga se mejoro y despues de eso la inspiracion me llego de repente y hoy dia escribi y escribi hasta que termine el capítulo. Espero que siga así de inspirada para no hacerlos esperar, de verdad lo siento mucho y espero que me perdonen
cuidense
sayonara! n.n

La hija de Inuyasha Capítulo 6: Te encontrare

6 meses después...
Kagome se apoyó en la barandilla mientras bajaba por las escaleras acompañada de Sota y Shippo, quien desde que cumplió los 8 meses, la seguía a todas partes, mas de lo normal 
-Kagome, estas segura de que estás bien?- pregunto Shippo, le preocupaba de que Kagome en ese estado no estaba en condiciones de subir las escaleras sola, Kagome le sonrió a los niños y asintió con la cabeza mientras se dirigía a la sala, en donde estaba su madre
-Hey Shippo! vamos a jugar- le dice Sota, a lo cual el demonio zorrito volteo hacia su amigo humano y salio con él a jugar a la pelota.
Kagome sonrió mientras se sentaba en la mesa, desde que Shippo llego entre el y Sota había nacido una hermosa amistad
-Hija, te gustaría tomar un poco de té?- preguntó la Sra Higurashi desde la cocina
-Si por favor... mamá hazme un favor, mira por la ventana a ver si Inuyasha ya está aquí
Kagome se quedo mirando su reflejo en el vidrio y suspiró, no podía creer que iba a tener un bebe con el hombre de sus sueños (mejor dicho hanyou); agarró un libreta que estaba en la mesa y comenzó a hojear todas las páginas llenas de nombres para bebes que había pensado, todavía no había decidido que nombre ponerle, y mas si no sabia si iba a tener un niño o una niña.
Su madre entró con el té, ella le dio las gracias y lo tomó con las manos
-Supongo que no esta aquí- preguntó con tristeza a su madre después de beber un sorbo
-No te preocupes cariño, el va a estar aquí- dijo su madre consolándola agarrándole una mano.
De repente, ambas fueron interrumpidas por un golpe de puerta que se escuchó, la Sra Higurashi se levantó y salió corriendo hacia la puerta, dejando a Kagome con la ansiedad
Kagome podía sentir su misma agitación, pero no de miedo, si no de emoción, ella esperaba con todas sus fuerzas que fuera su compañero medio demonio la causa del alboroto.
Vio que su madre entró a la habitación con una sonrisa adornando sus labios, y por supuesto, su adorado hanyou iba detrás de ella; los ojos de Kagome brillaban mientras lo Inuyasha se acercaba, se puso de pie temblando y se dirigió a Inuyasha quien la esperaba con los brazos abiertos, lo abrazo y compartieron un largo beso que fue esperado por ambos con mucha paciencia
-Estoy tan contenta- empezó a hablar Kagome llorando de felicidad- te he extra- pero se vio interrumpida cuando se dio cuenta de algo muy importante, se le había roto la fuente
-Mi agua rompió!!!- gritó a su madre y su pareja.
La Sra Higurashi corrió hacia la cocina y agarró las llaves del auto mientras llamaba a Sota y Shippo
-Que pasa mamá?- pregunto Sota quien llego a su lado acompañado de Shippo.
-Kagome va a tener el bebé pronto- le dijo sonriendo, a lo cual Shippo comenzó a saltar de la emoción
y Sota fue corriendo a avisarle al abuelo.
La Sra Higurashi se dirigió al auto y abrió la puerta a Inuyasha quien estaba ayudando a Kagome en el camino; Inuyasha la ayudo a entrar al auto y después la Sra Higurashi se sentó en el asiento del conductor
-Inuyasha, puedes sentarte en la parte de atrás- le exigió la Sra Higurashi
-Que es esto?- pregunto Inuyasha mientras pasaba su garra por la ventana, la Sra Higurashi lo vio y le abrió la puerta e Inuyasha retrocedió mirando a los lados. Peor la madre de Kagome lo empujo adentro, le cerró la puerta y corriendo se dirigió al asiento del conductor, cerró la puerta y metió la llave encendiendo el coche haciendo que Inuyasha saltase del susto al oír el extraño ruido del motor. Kagome no podía dejar de reír, a pesar de las dolorosas contracciones.
-Inuyasha, ponte el cinturón de seguridad- le instruyo la Sra Higurashi mostrándole el cinturón y poniéndoselo a Kagome
-Feh, no necesito esa cosa- dijo Inuyasha obstinadamente (que testarudo)
-Se llama cinturón de seguridad- le corrigió Kagome soportando las contracciones
-Feh, como sea "nunca me gusto ser corregido"
La Sra Higurashi piso el acelerador y el coche salio disparado por las calles de Tokio, en cada giro brusco que daba, Inuyasha se golpeaba en la ventana gritando palabrotas que nadie entendía; hasta que en un giro demasiado brusco Inuyasha salio volando por la ventana (después de tantos golpes que le dio Inu, la ventana se rompió Un_n)
-Te dije que te pusieras el cinturón de seguridad!!!- le regaño la Sra Higurashi cuando entro nuevamente al auto
-Lo siento- dijo Inuyasha con una voz lastimosa (después del golpe que tuvo)
Finalmente el coche paro enfrente de un edificio que decía Hospital en unas letras grandes y rojas.
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Inuyasha se sentó en la silla mientras esperaba que saliera la enfermera para decirle como se encontraba Kagome; esperaba con ansiedad y miró al lado una niña de unos 5 años; se preguntó como sería tener una niña, el quería tener una niña en vez de un niño, pero sabia que iba a ser felíz con lo que tuviera Kagome.
-Hola!- exclamo la niña que miraba infantilmente y le dedicó una sonrisa.
Inuyasha frunció el ceño y e devolvió el saludo, mientras la niña se sentó a su lado atraida por los ojos dorados de Inuyasha, a lo cual el noto y tiro la cabeza hacia atras avergonzado de la mirada que le daba.
-Mi nombre es Ai, y el tuyo?
-Inuyasha- dijo cruzándose de brazos
-Ese es un nombre divertido- dijo sonriéndole y el respondió su famoso "Feh" (la niña lo malinterpreto)
La niña bajo la cabeza y tristemente se volvió a su puesto, a lo cual Inuyasha la miro y se pregunto que le había preocupado a la niña.
-Que pasa?- le pregunto con curiosidad, y la niña se volteo dejando ver esos charcos de lágrimas debajo de sus ojos
-Estas enojado conmigo- le respondió a lo cual Inuyasha se burló y le dijo que no estaba enojado con ella
-Tu sabes- comenzó a decirle Inuyasha- mi esposa va a tener un bebe- le dijo mientras señalaba la habitación en donde estaba Kagome, para tratar de hacerla sentir mejor
-Y que quieres, un niño o una niña?- le pregunto Ai con los ojos llenos de lágrimas secas
-Una niña
Ai le sonrio y miro a su mama que venia en una silla de ruedas con un bulto en sus brazos, Ai le dijo a Inu que el era su hermano a lo cual el le sonrio y Ai se fue con su mamá
-Adios señor Inuyasha- le dijo Ai mientras se iba con su mamá y su hermano.
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Inuyasha se dirigió a la habitación en donde estaba Kagome ya que una enfermera lo habia llamado, entro y corrio a la cama donde estaba Kagome.
-Inu... he pensado en un nombre si es una niña- le dijo sonriendo
-Cual mi amor?
-No quiero que te molestes pero quiero que se llame Izayoi- le dijo Kagome sonriendo 
-Como mi madre- dijo Inuyasha atonito
-Si, es un nombre muy bonito... pero si no te gusta...- fue interrumpida por un beso de Inuyasha
-Eso es un si?
-Claro, mi madre estaría muy contenta- dijo Inuyasha besándola
-Ahora pensemos en un nombre para un niño
Paso un rato mientras ellos discutían hasta que Kagome dio a luz
-Que hermosa niña!!!- exclamo la enfermera con los dientes apretados; Inuyasha miro a la enfermera que le había entregado su bebe a Kagome y le gritó:
-Hey! si usted tiene un problema con mi hija, se la verá conmigo!!!- la enferma se asustó y salio de la habitación evitando al padre enojado.
-Inuyasha, mira- dijo Kagome mostrándole a su hija quien abría sus ojos, pudiendo ver que son dorados como los de su padre, y el cabello azabache de su madre
-Es hermosa- dijo Inuyasha maravillado
-Si... nuestra pequeña Izayoi es hermosa- dijo Kagome con una sonrisa que vislumbraba felicidad- Te gustaría cargarla?- le pregunto a Inuyasha a lo cual el asintió y Kagome le entrego a la recien nacida en los brazos suavemente. La pequeña Izayoi le sonrió e Inuyasha orgullo le devolvió la sonrisa
En ese momento, arruinando el momento padre e hija entro el doctor.
-Hola de nuevo, como se habrán dado cuenta, hay una deformidad en la niña- dijo el doctor señalando las orejitas, colmillos y garras de Izayoi.
-Oiga doctor- empezó a hablar Inuyasha- si piensa que vamos a entregar a nuestra hija a los grupos de gente científica para..- pero fue interrumpido por Kagome
-Doctor, se que esto no es una deformidad, era de esperarse; puede usted dejarnos ir sin que le hagan ningún estudio a mi hija?- pidió Kagome, a lo cual el doctor le sonrió a la nueva madre y asintió con la cabeza
-Puede irse mañana por la mañana- le dijo el doctor mientras Kagome e Inuyasha, miraban a su hija bostezar.
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Kagome tomo un sorbo de te mientras estaba con sus ojos vidriosos de lágrimas, sin previo aviso su madre entro a la sala y vio a su hija al borde de las lagrimas; después de mantenerse sin decir alguna palabra, la Sra Higurashi dejo que su voz fluyera, haciendo temblar toda la casa
-Como pudo hacer esto!!!
Había sido 3 años desde que Kagome había hablado con Inuyasha, y le había dicho que fuera a al Época antigua a buscar los fragmentos, pero no volvió, pero Kagome no se había tomado la molestia en buscarlo, ya que confiaba plenamente en que Inuyasha volvería.
-Mamá- dijo Kagome mientras tomaba un profundo suspiro- Inuyasha dijo que iba a volver, y yo creo que lo hará- dijo aunque sabia que su madre no le iba a creer; sabia que Inuyasha volvería, aunque ahora lo dudaba después de tanto tiempo
-Yo sabía que se iba a ir!!!- gritó su madre solo para irritarla.
Kagome cerró de golpe su mano en la mesa, se puso de pie y se dirigió a la escalera
-Voy a ver a Shippo e Izayoi, buenas noches!
La Sra Higurashi frunció el sueño y se inclino sobre el mostrador a tomar un poco de te.
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Kagome caminó a ver a Shippo de 13 años quien dormía en una cama junto con Izayoi de 3 años.
Shippo era un chico joven y guapo que siempre cuidaba a su hermanita (como le decía Shippo a Izayoi); en cuanto a Izayoi tenia el cabello azabache largo y los ojos dorados; su personalidad era mas parecida a su padre, un temperamento enorme y muy impaciente; Izayoi tenía orejas de perro como su padre pero negras y los colmillos diminutos al igual que sus garras.
Kagome acarició la mejilla de su hija que dormía y se dirigió a la ventana para reflexionar un poco; ella pensó en todas las aventura que había tenido con Inuyasha y sonrió, sin embargo, pensó que Inuyasha nunca la abandonaría , se lo aseguró y decidió finalmente que no se iba a quedar así hecha un manojo de nervios.
Así que tomo a su hija quien seguía dormida y despertó a Shippo para que la acompañara; Kagome se dirigió a la cocina y le dejo una nota a su mamá diciendole que iba a volver, por que estaba segura de que si se lo decía, no la iba a dejar ir; y se dirigió al pozo
-A donde vamos?- pregunto Shippo bostezando y sobándose los ojos
-Vamos a buscar a Inuyasha- le dijo en un susurro para evitar despertar a Izayoi
-A estas horas de la noche?
Kagome le agarro la mano a Shippo y junto con el y su hija saltaron dentro del pozo. Mientras ese manto azul los envolvía y los transportaba a otra época, Kagome pensó ansiosamente:
-"Voy por ti Inuyasha, te encontraré"


Continuará...


Hola a todos n_n
Lamento de verdad no haber subido el capítulo en toda esta semana, es que el viernes terminé las pruebas, pero cuando me metí al blog, se me había ido la inspiración y no pude escribir nada u.u
Pero ahora volví n.n y como termine las pruebas pondré el capitulo mas seguido y si es que no tengo tiempo, no creo que me demoré mas de 3 días en subir, espero que les haya gustado y estoy tratabdo de hacer los capítulos mas largos, es k aveces los hago cortos por que publico lo que alcanzo a escribir ; pero ahora los estoy haciendo mas largos;
Sayonara!
cuidense